LAS MUJERES MAYORES DE 70 AÑOS TIENEN EL MEJOR SEXO DE SU VIDA
Con los 40 llegan los primeros achaques y, como dicen algunos médicos, el cuerpo se convierte en un banco donde se comienzan a retirar los ahorros acumulados durante toda una vida. Por lo general, ellas no tienen esa necesidad porque valoran haber ganado en estabilidad y madurez. Pese a estas alteraciones, esta fase también supone una oportunidad para muchas otras mujeres que, por fin, se sienten dueñas de su existencia. Los hijos ya son mayores y tienen tiempo para cuidarse. El fin de la etapa reproductiva en la mujer, con todas las consecuencias físicas y psicológicas que comporta, puede conllevar también ciertos cambios en las relaciones de pareja y una pérdida del apetito sexual. Si hay mujeres a las que se les apaga la llama del deseo, también se da el caso contrario: aquellas que se sienten liberadas y ansían probar nuevas experiencias. Se atreven a pedir lo que les gusta, participan del placer, se masturban y les gusta tener una relación con su cuerpo, indica Ponte. La piel pierde su capacidad de recuperación frente a agentes externos como la contaminación, el tabaco o el estrés, y los daños provocados por el sol aparecen en forma de manchas y arrugas. Los huesos son otro de los quebraderos de cabeza a estas edades, especialmente para las mujeres que, a partir de la menopausia, pierden masa ósea.
El lunes empiezo a confiar más en mí y a no permitir que la edad me limite
Los hombres mayores siempre han usado los regalos, el estatus y la influencia para comprar el acceso a mujeres jóvenes. Pero de alguna forma se ha llegado al punto en el que tener un espónsor se ha convertido en algo aceptado por muchos jóvenes, e incluso una elección de un estilo de vida glamuroso. El tamaño de la muestra era pequeño y el estudio no totalmente casual, por lo que los resultados solo dan una indicación de una posible cifra y no se pueden beber como definitivos. La estudiante Fuente de la imagen, Nyasha Kadandara Pie de foto, Jane dice que en sus relaciones también hay amistad e familiaridad. Jane, una estudiante keniana de 20 años que admite sin problemas adeudar dos patrocinadores, no ve nada bochornoso en esas relaciones: son parte del ajetreo cotidiano que se necesita para sobrevivir en Nairobi, dice ella. Es como si solo quisieran compañía, quieren a alguien con quien hablar, dice. Ella asegura que sus padres religiosos la criaron con valores tradicionales, empero ha tomado sus propias decisiones. Individuo de sus motivos, dice, es eficacia ayudar a sus hermanas menores para que no necesiten depender de los hombres para obtener dinero.
Lo que también es indiscutible es que las mujeres entre 40 y 50 años hoy en día nada tienen que ver con las mujeres de esa misma edad, pero de hace Antes, debido a nuestra actividad solitarias como amas de casa, dedicadas a los hijos y a los maridos, con una vida que se limitaba a la casa, a ser cuidadoras de los mayores, los colegios, actuar disfraces y quedar para tomar ese café con amigas, a muchas las empobrecía cognitivamente. No había el ambición de emprender, de ascender a altitud profesional, de desarrollarte ni empoderarte en el trabajo, no había yoga, pilates, ni gimnasio. No había la abstracción de quererte, respetarte, tener tu tiempo. Porque una esposa y una lecho era una persona entrega a los suyos. Ella era invisible. Por alguien, animo a ver la campaña soyinvisible de malasmadres. Menos algunas privilegiadas, atrevidas, aquellas que apostaban por un alucinación y que sus padres las impulsaban para que lo lograran, las mujeres de antes eran señoronas a la edad de Pero hoy, hoy seguimos siendo invisibles, sí, basta con adivinar las historias de las mujeres que han participado en la campaña- Empero hoy tenemos ganas, actitud, nos sentimos empoderadas, fuertes, sembrando para que nosotras y nuestras hijas pueden vivir, arrepentirse, trabajar, disfrutar y cuidarse de otra manera.